En Puerto Iguazú, en Argentina, se encuentra un sitio llamado “Hito Tres Fronteras”, un parque turístico muy visitado por tener la particular de ser el punto de confluencia de tres países: Brasil, Paraguay y Argentina.
Allí, las fronteras de esto países siguen el curso de los ríos Iguazú y Paraná. Es precisamente el río Iguazú el que alimenta las famosas Cataratas de Iguazú, sitio de Patrimonio de la Humanidad compartido por Argentina y Brasil y una de las siete maravillas naturales del mundo que miles de turistas visitan cada año.
El sitio de las tres fronteras es compartido también por tres ciudades: Puerto Iguazú (Argentina), Foz do Iguaçu (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay), las cuales son el centro de un proyecto de cooperación denominado “Cooperación triangular urbana: construyendo desarrollo resiliente al clima en la cuenca del Paraná”.
Se trata de una iniciativa conjunta de la Universidad de Leeds del Reino Unido), la Universidad Nacional de Misiones de la Argentina, el Instituto Internacional Polo Iguassu de Brasil y la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción de Paraguay, con la participación de numerosos actores regionales.
El proyecto forma parte, a su vez, de la Iniciativa de Ciudades Resilientes al Clima, un programa de investigación-acción financiado por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN), en conjunto con el Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional (IDRC) e implementado por la La Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA).
Su objetivo es identificar y promover soluciones innovadoras para un desarrollo sostenible compatible con el clima en 13 ciudades pequeñas y medianas de América Latina que están experimentando un rápido crecimiento, con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas más afectadas por el cambio climático. Estas ciudades están ubicadas en México, El Salvador, Colombia, Perú, Brasil, Paraguay y Argentina.
El sector de la triple frontera en relación con América del Sur, es la región más expuesta a eventos climáticos extremos y presenta numerosas vulnerabilidades como pobreza, inestabilidad económica y política, además de falta de recursos e infraestructura. Así lo señaló el Reporte de Vulnerabilidad y Estrategias de Adaptación en la Región Trinacional, llevado a cabo por el proyecto.
Desde la década del 60, la población de la región se ha incrementado más de siete veces debido a la construcción de la Planta Hidroeléctrica Binacional de Itaipú (Brasil y Paraguay), al atractivo que representa las Cataratas de Iguazú y el rápido desarrollo de Ciudad del Este como un centro comercial de bajos impuestos, lo que no ha estado aparejado a una planificación adecuada.
A esto se le agrega el cambio en los patrones climáticos en las últimas cinco décadas, que muestran un aumento en las precipitaciones, la temperatura y los eventos extremos, cada vez más frecuentes. Incluso el informe señala que es posible que tornados puedan afectar a estas ciudades en el futuro.
Las inundaciones de ríos, provocadas por el aumento en el nivel y las urbanas debido a precipitaciones intensas, han causado los mayores impactos, pero también se han producido episodios de sequías que han afectado al sector turismo y el suministro de agua potable en Ciudad del Este. Según las proyecciones climáticas, “se espera que la temperatura media aumente en la zona hacia fines del siglo XXI” y las olas de calor podrían ser más comunes.
El informe también señala que Ciudad del Este es la más sensible a los eventos extremos, que “los asentamientos irregulares en áreas de alto riesgo representan un serio desafío de gobernabilidad en las tres ciudades” y que “la cooperación ciudad-ciudad para responder ante impactos climáticos extremos existe, pero es principalmente de carácter informal”.
Buscando soluciones
Frente a esto, el proyecto también ha realizado grupos focales, entrevistas y talleres con diferentes actores en las tres ciudades para identificar posibles soluciones a los problemas. De acuerdo con Paola Sakai, investigadora de la Universidad de Leeds, se identificaron un total de 60 soluciones, como el establecimiento de infraestructura verde (agricultura urbana, reforestación, muros verdes); medidas de infiltración, como el caso de sistemas de drenaje; y reasentamiento de viviendas en riesgo de inundación, entre otras.
Asimismo, se han planteado acciones de cooperación entre las tres ciudades como la creación de un Centro Trinacional de Ciencias Climáticas o un Consejo Trinacional de Desarrollo Sustentable.
La fase siguiente del proyecto es reunir un portafolio con los proyectos más robustos de soluciones para presentar ante organismos financieros y se realizó una presentación de los resultados del proyecto el pasado mes de mayo en Foz do Iguaçu, con el fin de mostrarle al público de la triple frontera el camino que va a tomar la región para hacerse más resiliente al clima.
Por su parte, el prefecto de Foz do Iguaçu y el intendente de Puerto Iguazú ya firmaron una manifestación de interés para que sus ciudades participen de la Campaña Mundial Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi ciudad se está preparando, organizada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR, por sus siglas en inglés). Esta campaña busca apoyar a los gobiernos locales a reducir el riesgo de desastres y mejorar la resiliencia en el contexto del marco Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.
De acuerdo con Gabriela Villamarín, coordinadora de Iniciativa de Ciudades Resilientes al Clima por parte de Fundación Futuro Latinoamericano, quien se refirió al tema en un seminario web organizado por LEDS LAC, las ciudades se han convertido actualmente en espacios muy vulnerables al cambio climático por concentrar todo tipo de actividades, lo que ejerce gran presión sobre los recursos naturales y esto contribuye de modo directo a agravar los efectos del cambio climático.
Sin embargo, según Villamarín, también son escenarios privilegiados para enfrentar este fenómeno, de ahí que la investigación que se realiza en los distintos proyectos se acompaña también de procesos participativos con actores locales clave en las diferentes ciudades y el propósito de compartir el conocimiento generado en forma de productos para la toma de decisiones.
La triple frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil es un ejemplo del 30% de la población de Sudamérica que se concentra, asimismo, en cuencas transfronterizas. De acuerdo con Sakai, son ciudades que comparten los mismos riesgos, situación que rara vez es abordada en planes nacionales de adaptación.
Es por eso el cambio climático pone el reto de pensar y planear a futuro y en el caso de las ciudades, hacerlo también de forma integrada.
Artículo publicado originalmente en LatinClima el 15 de mayo de 2018.